Calmante y regenerador para pieles muy sensibles, psoriasis, quemaduras.

La caléndula es una planta floral con numerosas propiedades, tanto nutritivas como medicinales. Su flor de color naranja intenso se utiliza en la elaboración de cremas nutritivas para la piel, por su efecto regenerador. Tiene propiedades astringentes, antiespasmódicas, anti-infecciones y anti-inflamaciones. Aumenta la flexibilidad y elasticidad de la piel en zonas delicadas y sensibles como el contorno de los ojos. Contiene Vitamina C, de gran poder antioxidante. Si se aplica sobre las articulaciones tiene acción antirreumática. Se usa también para curar y desinfectar arañazos, así como para dolores musculares y articulares, si se aplica mediante friegas y masajes. El aceite de caléndula se utiliza para cicatrizar y aliviar heridas y quemaduras solares, pues estimula el crecimiento de tejido nuevo; o para calmar la irritación de la piel de los bebés. Se aplica en caso de cortes, abrasiones, grietas y rozaduras.